El valor de tener un entrenador o mentor

Si te llamas Dios, entonces no necesitas un mentor o un entrenador. Para todos los demás, vamos a explorar el valor de tener uno.

En primer lugar, algunas definiciones. Un "coach" opera con un enfoque organizativo y a menudo se le asigna a usted. Los entrenadores tienen un gran interés en que usted mejore las habilidades específicas y las relaciones interpersonales relacionadas con su trabajo y con el impacto de éste en los resultados de su empresa. Las conversaciones de un coach con usted tienden a ser más directivas porque la tarea de un coach es ayudarle a alcanzar objetivos y metas explícitas en el lugar de trabajo.

Por otro lado, un "mentor" es alguien que seleccionas para que te ayude a crecer en varios aspectos de tu vida, con una agenda establecida por ti. El propósito de un mentor es ayudarte en lo que tú quieras. En este papel, un mentor actúa más bien como un cuestionador preocupado, facilitando tu descubrimiento de cómo puedes mejorar en los diversos temas que quieres abordar.

Aunque los términos suelen utilizarse indistintamente (lo que a veces provoca algunos malentendidos), puedes ver que hay una diferencia entre entrenadores y mentores. Uno es seleccionado por ti para ayudarte a centrarte en tu crecimiento individual, el otro es alguien en el trabajo que se encarga de ayudarte a alcanzar los objetivos de la organización. Desgraciadamente, hoy en día muchas personas se autodenominan coaches cuando en realidad están desempeñando el papel de mentores (e incluso yo soy culpable de ello).

En realidad, probablemente no importe el término que utilices, siempre que tengas claro el objetivo de la relación. Pero, como he dicho, la falta de aclaración puede provocar malentendidos.

Por ejemplo, una vez nos pidieron a un colega y a mí que nos reuniéramos con el equipo directivo de una empresa de alto nivel que fabrica equipos de golf. Querían ayuda externa para aliviar la tensión en su equipo directivo. En la reunión inicial, un vicepresidente senior se sentó arrogantemente y nos desafió con un "Entonces, ¿qué saben ustedes de palos de golf?".

Sin pestañear, mi colega respondió: "Nada. Y no queremos saber nada de palos de golf. Somos expertos en relaciones laborales".

Incluso hace poco, alguien vino a verme después de abrir su propio negocio (por privacidad, digamos que vende widgets), y un familiar suyo cuestionó su acción, diciendo "¿qué sabe él de widgets?"

En estos ejemplos se pueden ver los malentendidos que surgen. Pero en cualquier caso, vamos a examinar sólo algunos de los beneficios de tener a alguien como confidente, ya sea un mentor o un entrenador.

1. Ganarás en claridad porque a menudo estás demasiado cerca de una situación para verla con claridad. Dicho de otro modo, es bastante difícil ver tu nariz, ¿no? Está literalmente demasiado cerca de tus ojos y no puedes verla muy bien. El hecho de que otra persona comparta sus ideas sobre tu situación te da una perspectiva externa sobre cómo mejorar. Si estás motivado para hacer mejoras, darás mucho valor a la perspectiva de esa persona.

2. Tendrás que rendir cuentas. Sin responsabilidad solemos acabar con un montón de culpas o un montón de excusas de por qué no se hacen las cosas. A veces ambas cosas. Dado que es difícil rendir cuentas a uno mismo (no imposible, pero sí bastante difícil), tener a alguien a quien rendir cuentas te ayuda a mantenerte en el camino de esas acciones no urgentes pero importantes que conducen al crecimiento personal y profesional.

3. El coaching y la tutoría se adaptan a ti. Puedes asistir a todos los talleres y leer todos los libros que quieras, pero siempre serán impartidos a una curva de campana de personas, no específicamente a ti. En las relaciones de coaching y mentoring, todo se personaliza para satisfacer tus necesidades individuales. Tendrás que ser vulnerable hasta cierto punto y reconocer tu fragilidad humana, pero un buen mentor o entrenador busca la manera de que puedas aprovechar tus puntos fuertes y compensar tus puntos débiles. Eso no puede ocurrir en un taller de la misma manera que en una reunión individual.

No importa si decides que un entrenador o un mentor es mejor para ti, pero te recomiendo que consigas uno. Incluso después de 22 años desempeñando este papel, sigo mis propios consejos. Tengo un "coach/mentor" al que sigo rindiendo cuentas de mi desarrollo personal y profesional. Que conste que no estoy buscando más clientes de coaching. Simplemente creo que, a menos que seas Dios, todo el mundo tiene espacio para crecer.

Por último, asegúrese de que quien elija como mentor/entrenador esté cualificado para el trabajo. Este campo no requiere una licencia, así que cualquiera puede decir que es un entrenador. Asegúrate también de que no te obligan a firmar un contrato a largo plazo y confía en que la persona con la que trabajes mantenga tus mejores intereses. Invertir en uno mismo siempre trae consigo beneficios.

Dejar una respuesta

Su dirección de correo electrónico no se publicará. Los campos obligatorios están marcados *